Las mariposas son consideradas uno de los insectos más hermosos del mundo por sus fascinantes colores. Los ingleses la llaman butterfly, los franceses papillon, los italianos farfalla, los alemanes schmetterling, los gallegos bolboreta, los búlgaros пеперуда (peperuda),… una multitud de nombres comunes para nombrar una misma especie animal, con idénticas características en todos los países del mundo ¡Vaya lío!
Este revoltijo de nombres era un obstáculo para que los científicos del siglo XVIII pudiesen compartir sus trabajos.
Fue entonces cuando Linneo tuvo una idea genial: diseñar un nuevo sistema para nombrar a cualquier ser vivo. Este botánico sueco ideó la nomenclatura binomial para animales y plantas, por la que cada especie tiene un nombre científico único y universal, un nombre formado por dos palabras en latín, como si se tratara del nombre y los apellidos de una persona.
La mariposa monarca es Danaus plexippus. |
Carlos Linneo nació en Suecia en 1707. Su padre, que era un apasionado de las plantas, tenía un amplio jardín donde el pequeño Carlos se inició en el estudio de la botánica. Sin embargo, fue un mal estudiante, y sus padres se sintieron tan decepcionados que le buscaron un trabajo como aprendiz de zapatero.
El joven pronto se dio cuenta que ese trabajo era peor que estudiar y pidió una segunda oportunidad. Fue el inicio de una brillante carrera.
A los 20 años se fue a la Universidad para estudiar Medicina. En esa época las plantas eran la principal fuente de donde se extraían las medicinas. Linneo comenzó a estudiar las plantas en detalle, y hasta llegó a ser médico personal de la familia real sueca.
Carlos Linneo |
Entre 1735 y 1770 Linneo publicó su obra más famosa, Systema naturae. En ella clasificó aproximadamente 14.000 seres vivos en diferentes niveles jerárquicos: los géneros se agrupan en familias, las familias en órdenes, las órdenes en clases, las clases en tipos, los tipos en reinos… Aunque al principio cometió errores, por ejemplo, clasificó a las ballenas como peces y no como mamíferos.
Es lo que hoy conocemos como Taxonomía.
Hoy en día, se han descrito casi 1.800.000 especies y se calcula que quedan muchas más por descubrir.
A la hora de poner nombre a una especie, lo más habitual es que se haga para destacar alguna característica del animal, así, el calamar gigante es Dosidicus gigas; o bien, el lugar donde vive, como la avispa de las agallas mexicana, Synergus mexicanus; o también en honor a otros científicos, como el Darwinius masillae.
Cada vez que se descubren nuevos animales o plantas, muchos científicos se esfuerzan por ponerles nombres ingeniosos que representen mejor sus peculiaridades.
Por este motivo, hay animales que (créetelo) llevan nombres de famosos del espectáculo, de políticos o de personajes de películas.
Así, existe una rana en Sudamérica, Hyloscirtus princecharlesi, que lleva el nombre del príncipe Carlos de Gales. La Aptostichus barackobamai es una araña con nombre de presidente de EE.UU. Y la Naopalpa donaltrumpi es una polilla que tiene el mismo nombre y peinado que otro presidente.
Cantantes como Beyoncé, Lady Gaga, Shakira, Mick Jagger o Freddy Mercury, han dado nombre a moscas (Scaptia beyonceae), avispas (Aleiodes gaga, Aleiodes shakirae), o hipopótamos (Jaggermeryx
naida).
La gente del cine, actores y actrices, como Harrison Ford, Angelina Jolie o Johnny Depp, también “bautizaron” a arañas (Calponia harrisonfordi, Aptostichus angelinajolieae) y escorpiones (Kootenichela deppi). Hasta existe un escarabajo de playa (Agathidium vaderi) que comparte nombre con el malvado Darth Vader, de la saga Star Wars.
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